lunes, 12 de marzo de 2012

Por Qué los Planes son una Ilusión

A la mayoría vivir sin planes puede parecernos una locura o algo poco realista. De acuerdo. Pero si quieres ser realista, deberías entender que esos planes que haces no son más que una pura ilusión de control.


Tomemos un ejemplo sencillo. Planeas escribir un informe (o una entrada de blog o un capítulo de un libro) y después quedas con un compañero de trabajo. Se supone que tendrías que escribir a las 9 a.m. y la cita es a las 11 a.m.

Supongamos que las cosas ocurren conforme al plan. Muchos días, ocurren imprevistos y esa ilusión de control se hace añicos. Pero algunos días tenemos suerte y nuestros planes ocurren como esperamos.

Te sientas a escribir, tal como planeaste. Puede que tengas mas o menos pensado lo que vas a escribir. Pero mientras escribes te surgen cosas que no tenías previstas. Tienes que enfrentarte a problemas que no podías haber planeado antes de empezar a escribir. De hecho, si lo piensas detenidamente, es evidente que era imposible preveer con anterioridad lo que ibas a escribir—es algo que se desarrolla en el momento de hacerlo, porque solo entonces puedes pensar bien las cosas, y no hay manera de predecir el pensamiento de uno mismo (mucho menos el de los demás).

Así que justo en el momento de escribir pueden surgirte ideas no planeadas, y,  de hecho, si nos abrimos a esta posibilidad, puede que nuestros escritos sean más brillantes de lo que imaginamos. Por contra, si tratamos de ceñirnos a lo prefijado, puede que ignoremos esas brillantes ideas que nos surgen.

Ahora son las  11 a.m. y es la hora de tu cita. Te encuentras con tu colega, como planeaste, y empezais a hablar. Por supuesto, las conversaciones no pueden planearse, y no hay manera de predecir lo que surgirá en una conversación. Incluso aunque tengas una agenda, conforme hablas acerca de las cosas de la agenda, surgirán nuevas ideas, y cuando uno de los dos sugiere una idea nueva, esa idea da lugar a otra en la otra persona, y así sucesivamente—las ideas se desencadenan, en una y otra dirección, y eso no puede planearse.

Y entonces nuevas ideas y proyectos y colaboraciones surgen de ésta cita de un modo que nunca podrías haber planeado. Y eso es algo fantástico.

Ambos eventos, aunque pensemos que ocurrieron tal y como planeamos, fueron totalmente impredecibles e incontrolables. Cuánto más abracemos el caos, más abrazaremos las brillantes posibilidades que podrían surgir. Cuánto mas intentemos controlar nuestro tiempo y nuestras acciones con planes, mas nos limitaremos a nosotros mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario