miércoles, 14 de marzo de 2012

No Crees Necesidades Falsas

Nuestras vidas se llenan con cosas que necesitamos hacer. Pero fijémonos un poco más en esas necesidades.

Piensa en las necesidades que puede que tengas: comprobar el correo cada 15 minutos, o vaciar tu bandeja de entrada, o leer todos tus blogs, o dejar algo impoluto, o adornar tu trabajo con el último estilo. La necesidad de controlar a tus hijos, o a tus compañeros de trabajo, o de reunirte con alguién que te lo pide, o de tener más y más dinero, o de un coche bonito.

¿De dónde vienen este tipo de necesidades? Son totalmente artificiales.

A veces las necesidades son creadas por la sociedad: tu trabajo exige que trabajes hasta las 9 p.m. o que vistas trajes impecables. Tu vecindario tiene ciertos estándares y si no tienes un césped impecable y dos bmws en la entrada, te criticarán. Si no tienes el último iPhone, perderás tu estatus de geek, y tendrás celos de los demás (que sí que lo tienen).

A veces las necesidades las inventamos nosotros mismos: sentimos la urgencia de mirar el correo o las suscripciones RSS o las webs de noticias o los mensajes de texto o las cuentas de Twitter constantemente, aunque el no hacerlo no tenga consecuencias sociales o laborales negativas. Queremos una cama perfectamente hecha aunque a nadie mas le importe. Queremos crear una lista de objetivos en la vida, o para el año, y conseguirlos todos, aunque no pase nada malo si no logramos casi ninguno.

Algunas de estas necesidades inventadas pueden eliminarse. Solo se requiere un poco de fuerza de voluntad para dejarlas.

Analiza una de tus necesidades inventadas, y pregúntate por qué es tan importante. Pregúntate qué pasaría si eliminaras esa necesidad.

¿De qué serviría? ¿Tendrías mas tiempo libre y mas espacio para concentrarte y crear, menos estres y menos cosas que comprobar cada día? ¿Qué cosas malas sucederían o podrían suceder? ¿Y cómo podrías contrarestarlas?

Estas necesidades están creadas por nuestros miedos, y cuánto mas honestos seamos con estos miedos, mejor. Enfréntate a tus miedos, y pruébate por un corto período de tiempo—una hora sin esa necesidad, pero solo una hora, o un día. Solo una semana. Si nada malo ocurre, estira el periodo de prueba, y, lentamente, verás que la necesidad no era tal.

Olvidar una necesidad falsa te hará sentirte mejor, te estarás liberando.


1 comentario:

  1. Yo creo que muchos nos creamos necesidades inventadas para llenar "agujeros" que realmente se llenan con cosas no materiales que tenemos en nuestro interior. Un abrazo!!!

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