jueves, 8 de marzo de 2012

No Tengas Expectativas

¿Cuánto de tu estrés, frustración, decepción, ira, irritación, mal humor se deriva de algo insignificante?

Casi todo procede de tus expectativas, y cuando las cosas (inevitablemente) no salen como esperamos,  de desear que las cosas sean diferentes.

Construimos expectativas mentales en torno a lo que otros deberían hacer, cómo debería parecer nuestra vida, cómo deberían comportarse otros conductores... y todo es pura fantasía. No es real.

Y cuando la realidad no se ajusta a nuestra fantasia, deseamos que el mundo sea distinto.

Una solución simple:

Coge tus expectativas y tíralas al mar.

Imagina todas las expectativas que tienes sobre ti, tu vida, tu mujer, tus hijos, tus compañeros de trabajo, el mundo. Sácalas de dentro y lánzalas al mar. Un río o lago también vale.

¿Qué ocurre con ellas? Flotan. Se las llevan las olas. La corriente se las lleva y se alejan. Deja que las aguas limpien y las arrastren, que se vayan.

Ahora sigue viviendo sin ellas.

¿Cómo es una vida sin expectativas? Aceptas la realidad como es, y la gente como es, sin tratar de encasillar a nadie. Aceptas las cosas como son.  No tienes por qué decepcionarte, sentirte frustrado o irritado -o, en tal caso, acéptalo y déjalo ir.

Eso no es decir que no actúes nunca—puedes actuar en la medida que dicten tus valores e influir en las cosas, pero nunca esperes que el mundo reaccione de tal o cual manera.

Cuando haces algo bueno, no esperas alabanzas o muestras de agradecimiento. Dejas que esas expectativas de recompensas y elogios se vayan flotando con las olas. Haces las cosas bien porque te encanta hacer las cosas bien, y no esperas nada a cambio.

Presta atención a tus pensamientos. No te castigues si tienes expectativas. Solo contémplalas. Y lánzalas al mar.

Observa si empiezas a desear que las cosas no fueran como son. Anota si te gustaría que alguien no hubiera hecho tal o cual cosa. Tienes expectativas, y quieres que la gente o el mundo se ajuste a ellas en lugar de hacer lo que hacen en la realidad. Lanza también esos deseos al mar. Ahora acepta las cosas, y sigue adelante.

Que las aguas del mundo nos limpien, vamos a caminar ligeros por un mundo maravilloso que no necesita nuestras fantasias.

3 comentarios:

  1. Juan
    Hasta ahora lo más dificil y complicado.

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  2. Es complicado, sobre todo porque no estamos acostumbrados a vivir el presente, a estar conscientes y tomar las decisiones precisas en cada momento. Nos dejamos llevar por la inercia, somos vagos con nuestra vida en ese aspecto.

    Si vivimos conscientemente podremos detectar cuando estamos teniendo expectativas, y decidir dejarlas a un lado. Si no lo hacemos, simplemente nos dejaremos llevar por la inercia de lo que otros han decidido o de lo que hemos estado haciendo hasta ahora.

    Para crear un nuevo hábito, es esencial estar atento cada vez que nuestra mente se ponga en "piloto automático" y quiera volver a lo que ya conoce.

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  3. ◄◄ Supongo que por mas frustrante o decepcionante que sea el hecho de que aveces no se cumplan tus expectativas no quiere decir que este mal tenerlas.

    Yo pienso que una vida sin expectativas de algo seria muy triste y aburrida, no tendría mucha emoción, Ademas tener expectativas no significa distorsionar la realidad, significa simplemente esperar que las cosas salgan bien, pero también teniendo en cuenta que pueden salir mal. Es una balanza entre positivo y negativo, si hay mas porcentaje en positivo, esas son buenas expectativas. Yo lo creo así.

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