Piensa en tu queja principal de hoy. Ahora trata de encontrar un modo de estar agradecido por esa queja.
Algunos ejemplos:
- Me he lastimado el codo jugando al baloncesto. Pero, ¡qué suerte tengo que poder tener una vida tan activa!
- Mi jefe ha estado insoportable todo el día. Estoy agradecido por la oportunidad que me brinda de practicar la paciencia, de estar presente, de aprender humanidad, de estar vivo.
- Hoy me he quedado sin trabajo. Y por tanto tengo tiempo para explorar todos esos trabajos que hasta ahora no he podido realizar.
Convertir una queja en agradecimiento es un proceso simple:
- Primero debes darte cuénta que te estás quejando. Toma consciencia de tus pensamientos, o de tu diálogo interno negativo.
- Detecta también cuando estas deseando que las cosas sean distintas de lo que son. Lo cuál es una actividad inútil, si lo piensas. Ahora acepta las cosas tal y como son. Da por bueno que el mundo sea exactamente como es. Y piensa que el mundo continuará siendo como es, lo aceptes tú o no.
- Ahora agradece que tengas la oportunidad siquiera de quejarte. Estar vivo es un milagro. Encuentra la manera de ver el lado positivo, porque todo tiene un lado positivo si lo observas lo suficiente.
Me gusta mucho esta entrada. Es como el yin y el yan, en cada cosa buena hay algo malo, pero en cada cosa mala hay algo bueno. Hay una compensación sólo hay que buscarla.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con Celtaina.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Salud!