domingo, 25 de marzo de 2012

Un Modo Sencillo de Ser Padres

Para los que tenemos hijos, ser padres es frecuentemente una de las cosas que nos requieren mas "esfuerzo". Ser padres no es fácil, y no voy a escribir un capítulo intentando convencerte de tal cosa.

Sin embargo, he encontrado que eliminando tareas, ser padres puede ser mas sencillo de lo que suele serlo para la mayoría de nosotros.

Repasemos algunas de las cosas que solemos hacer como padres, y cómo pueden ayudarnos los principios de este libro para no esforzarnos tanto:
  • Muchas veces recargamos la agenda de nuestros hijos: tienen las actividades del colegio y los deberes, pero también: deportes, clases de baile, clases de música, campamentos de verano, quedadas para jugar, fiestas de cumpleaños, y muchas mas. Están continuamente ocupados, y nosotros también. ¿Y si les hicieramos hacer menos, y afrontar por ellos mismos el aburrimiento? No tendríamos tantas cosas que hacer.
  • Muchos nos estresamos por el tema de la limpieza de la casa y las habitaciones. ¿Y si dejaramos de preocuparnos por las habitaciones de nuestros hijos y solo trataramos de dar buen ejemplo, sin preocuparnos tampoco por si nuestros hijos están o no aprendiendo de nuestro ejemplo? Estaríamos menos estresados.
  • Muchos estamos preocupados por el éxito de nuestros hijos, y hacemos demasiado para darles la mejor base para que consigan el éxito. Pero ¿y si olvidaramos nuestras expectativas y esperanzas sobre lo que nuestros hijos pueden hacer, y en lugar de eso, aceptamos lo que ellos decidan hacer con sus vidas?
  • Muchas veces esperamos de nuestros hijos que sean perfectos, que se comporten lo mejor posible, y casi nunca cumplen nuestras expectativas (o se estresan de un modo increible intentando cumplirlas). Pasamos un montón de tiempo intentando que nuestros hijos de ajusten a los estandares que les marcamos. ¿Y si olvidaramos nuestras expectativas, y los aceptamos simplemente por quiénes son?
  • Nos hemos hecho una idea de lo que nuestros hijos deberían estudiar, y de cómo deberían educarse. He llegado a la conclusión de que la mayoría de mis antiguas ideas sobre la escuela eran erroneas, y ahora Eva y yo hemos sacado a nuestros hijos de la escuela. Hemos abandonado el sistema tradicional y secuencial de aprendizaje, y ahora les dejamos aprender sobre lo que les interesa (y ahora les gusta aprender), les permite aprender por sí mismos (para que puedan hacerlo cuando sean adultos), les permite aprender a resolver problemas (para que puedan resolver cualquier problema, no solo memorizar datos inútiles). En resumen, aprenden del mismo modo que aprendemos los adultos, basados en lo que nos interesa. Y como resultado, tengo mucho menos que hacer sobre su educación, porque en verdad todo lo que ellos necesitan saber es la manera de aprender por sí mismos y cómo resolver problemas.
Todavía no tengo aprendidas todas estas lecciones. Son cosas sobre las que estoy experimentando, pero los resultados hasta ahora han sido increibles.

He aprendido que son pocas las cosas que tenemos que hacer como padres — principalmente mantenerlos con vida y tratar de no meter la pata.

Como Masanobu Fukuoka en sus teorías de "agricultura natural". Mi conclusión es que cuánto menos intervengamos como padres, mejor.

Eso no significa que los ignore. Para nada: paso tiempo con ellos, pero sin ninguna estructura ni expectativas. Pongamos un ejemplo, no espero que actúen exactamente como yo lo hago o como yo quiero que lo hagan. Los quiero, de modo incondicional, sin importar el modo en que se comporten. Les dejo crecer y aprender por sus propios medios, interviniendo lo mínimo y marcándoles muy pocos objetivos. Eso los hace mejores, según estoy comprobando.

1 comentario:

  1. Hola Víctor, me parece muy interesante todo tu blog. En cuanto a esta entrada, me gustaría que me expusieras algún ejemplo práctico que hayas experimentado con tus hijos y a qué edad..., alguna de esas situaciones "difíciles de gestionar" según los "cánones tradicionales", sobre los cuáles nos han educado a la mayoría, creo.

    Un saludo y gracias,
    Welelo.

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